
Perder a un ser querido, atravesar una ruptura o la perdida de un trabajo es doloroso y dificil. Estas situaciones provocan una perdida y te invita a atravesar un duelo, que en la gran mayoría de los casos provoca diferentes emociones y estados de salud complejas como depresión o ansiedad. Una gran verdad es que todas las personas en el planeta vamos a vivir un duelo. Cuando perdemos a un ser querido, el dolor no se queda en la puerta de casa. Aunque intentemos disimularlo bajo rutinas laborales o reuniones de equipo, el duelo nos acompaña también a la oficina. Y esa carga emocional, si no se reconoce ni se gestiona, puede alterar profundamente nuestro bienestar, relaciones laborales y desempeño profesional.
En esta entrada exploramos cómo el duelo impacta la vida profesional, por qué es esencial hablar de salud emocional en el trabajo y qué herramientas podemos aplicar desde el liderazgo hasta el autocuidado para crear entornos más humanos y conscientes. Un tema esencial para una cultura organizacional saludable y uno de los temas que más me apasiona como Health Coach.

¿Qué es el duelo y cómo se expresa en el trabajo?
La OMS define el duelo como una respuesta natural ante cualquier tipo de pérdida significativa. Aunque se asocia comúnmente con la muerte de un ser querido, también puede activarse ante una ruptura amorosa, el despido laboral, la pérdida de una mascota, o incluso la pérdida de un proyecto vital.
En el contexto laboral, el duelo puede adoptar formas visibles o invisibles, y afectar tanto la salud mental como física de quienes lo atraviesan. Un estudio del Grief Recovery Institute de EE. UU. reveló que las empresas pierden más de 75 mil millones de dólares al año debido a la caída de productividad relacionada con el duelo no tratado adecuadamente en los empleados. Lo anterior evidencia que el duelo es un proceso que si debe ser parte de la cultura organizacional y laboral de cualquier empresa.
Estos son algunos de los síntomas que se evidencian del duelo en el trabajo:
- Fatiga constante
- Dificultades para concentrarse
- Cambios de humor en el día
- Irritabilidad o desconexión emocional
- Síntomas físicos como gripa, dolores estomacales, cabeza o cualquier otro sintoma.
- Pérdida de motivación
- Silencio y apatía
- Cumplir tareas pero estar evadiendo la realidad o bien conocido hacer lo que toca.

Tanatología: una herramienta para comprender y acompañar el duelo
Desde mi misión de vida y experiencia personal he podido atravesar diferentes duelos, es por eso que me he certificado en tanatología para poder acompañar a las personas durante ese doloroso proceso. La tanatología es una disciplina que estudia de forma científica, emocional y espiritual el proceso de la muerte, las pérdidas y la transformación. Lejos de ser un campo exclusivamente médico, hoy en dia la tanatología se ha convertido en una herramienta esencial en contextos educativos, terapéuticos y laborales que ayudan a las personas en este proceso.
Dentro de mis estudios y certificación como tanatóloga, he podido integrar este enfoque en las sesiones con mis pacientes , conferencias y entrevistas. Desde mi experiencia personal y profesional he podido desarrollar una mirada integral frente a el duelo y he podido entender que este es un proceso sagrado que necesita tiempo, espacio y contención. Y esa contención también puede (y debe) estar presente en el entorno de trabajo.
La tanatología nos recuerda que no hay un solo camino para vivir el duelo, pero sí hay formas saludables de transitarlo: nombrar lo que sentimos, recibir acompañamiento, establecer nuevos significados y reconstruir el vínculo con lo perdido desde el amor.
Cuando el cuerpo habla lo que la empresa calla
Cuando reprimimos lo que sentimos, especialmente en ambientes laborales que valoran el rendimiento por encima del bienestar, nuestro cuerpo comienza a manifestar lo que no nos atrevemos a decir en voz alta. He acompañado a cientos de personas en duelo que llegan a sus trabajos con insomnio, fatiga crónica, tensión muscular, problemas digestivos o síntomas inmunológicos y uno de los sentimientos más comunes es la incomprensión ante ese suceso vivencial.
La neurociencia hoy confirma lo que la tanatología viene observando hace años: estudios como los de la doctora Lisa Feldman Barrett (Harvard Medical School) demuestran que reprimir emociones activa de forma constante el sistema de estrés especialmente la amígdala cerebral generando un desgaste físico real. No es drama, no es fragilidad, es biología. Y es urgente que empecemos a hablar de esto también en las empresas.
¿Por qué cuesta tanto hablar del duelo en el trabajo?
La verdad es que muchas organizaciones aún no están preparadas para acompañar procesos de pérdida. El duelo sigue siendo un tema tabú en las empresas y en la sociedad. Esto hace que sea más difícil ver la vulnerabilidad como un espacio también seguro dentro del trabajo.
Desde mi experiencia como tanatóloga, he visto cómo un duelo mal gestionado en el entorno laboral puede convertirse en ansiedad crónica, insatisfacción profunda, pérdida de propósito o incluso decisiones impulsivas como renuncias abruptas. Por eso creo profundamente que las organizaciones tienen una gran oportunidad (y responsabilidad) de crear una cultura más humana y consciente.
¿Qué puede hacer una empresa para acompañar el duelo con sensibilidad?
Acompañar no significa invadir. Significa ofrecer contención, espacio y comprensión. Aquí algunas acciones concretas que recomiendo:
- Incluir protocolos de duelo en los manuales internos Ofrecer licencias extendidas, flexibilidad horaria o trabajo remoto durante el proceso.
- Formar a los líderes en escucha empática Muchas veces el equipo directivo no sabe cómo actuar, no por falta de voluntad, sino por desconocimiento.
- Crear redes internas de apoyo emocional Un espacio seguro donde las personas puedan hablar (si así lo desean) puede hacer una gran diferencia. Sin juzgar.
- Reconocer los duelos invisibles No solo se llora una muerte. También duelen las mudanzas, los despidos, las rupturas, la muerte de una mascota o la pérdida de identidad profesional. Todo lo que implicó un vínculo, y se rompió, merece ser reconocido.
Si estás en duelo y debes seguir trabajando, esto es para ti:
No hay un manual perfecto para transitar el duelo, pero hay algunas herramientas que pueden ayudarte a sostenerte con más suavidad:
- Escucha lo que sientes y lo que tu cuerpo te dice. Si te cuesta concentrarte, si sientes nudos en la garganta o pesadez al despertar, préstales atención. Eso también es parte de tu proceso, sé compasivo contigo. Llora si tienes que llorar, expresa lo que estás sintiendo a alguien de confianza o a un profesional de la salud.
- Habla con alguien de confianza en tu entorno laboral. No tienes que dar explicaciones detalladas, pero puedes pedir un poco de comprensión. No estás obligado a fingir fortaleza.
- Ponte límites saludables. No necesitas rendir en el trabajo como antes. Tu proceso es sagrado y merece tiempo.
- Crea pequeños rituales personales. Escribir una carta, encender una vela, salir a caminar, tomar aire, meditar, llorar o cualquier gesto que le dé espacio a tu dolor tiene un valor inmenso.
- Busca acompañamiento emocional. No tienes que atravesar esto solo. La tanatología, la terapia emocional y psicología o incluso una conversación consciente pueden ayudarte a transitar con más claridad. Mi recomendación es que las personas se apoyen en profesionales que puedan aportar a un proceso de duelo más compasivo y evolutivo.

Humanizar el trabajo es reconocer que sentimos
El duelo no interrumpe la vida: la transforma. También transforma la forma en que trabajamos, creamos y nos relacionamos. Negar esa transformación solo prolonga el dolor.
Yo creo y lo he visto que cuando una empresa permite sentir, también permite sanar. Una cultura organizacional que da espacio a la emoción no se debilita. Se vuelve más resiliente, más humana, más coherente.
¿Necesitas acompañamiento en tu proceso?
Si estás atravesando un duelo y sientes que necesitas sostén, estoy aquí para acompañarte. En mis sesiones personalizadas combino herramientas de tanatología, bio descodificación, escritura terapéutica y escucha consciente para ayudarte a atravesar tu proceso con más luz y menos culpa.
“Cuando ya no podemos cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.”
Viktor Franki


