
San Valentín es una de las fechas más esperadas del año. Las redes sociales se llenan de mensajes de amor, las florerías hacen su agosto y los restaurantes están a reventar. Pero más allá del romanticismo y los gestos simbólicos, hay una pregunta esencial que pocas veces nos hacemos: ¿desde dónde estamos eligiendo amar? ¿Desde la carencia o desde la plenitud?
En este blog exploraremos la importancia del amor propio, cómo influye en nuestras relaciones y cómo celebrar San Valentín de una manera mucho más consciente y significativa.

¿Qué es el Amor Propio y Por Qué es la Base de Todo?
El amor propio no se trata solo de darnos un día de spa o repetir afirmaciones positivas frente al espejo. Es una relación profunda con nosotros mismos que influye en cómo nos vemos, nos tratamos y permitimos que otros nos traten. Nathaniel Branden, psicólogo y escritor, afirmaba: “La autoestima es la reputación que tenemos con nosotros mismos”.
Cuando nos amamos de verdad, tomamos decisiones alineadas con nuestro bienestar, establecemos límites sanos y buscamos relaciones que nos nutran en lugar de desgastarnos. En cambio, cuando nuestro amor propio es frágil, es fácil caer en dinámicas de dependencia emocional, miedo al abandono y patrones repetitivos de relación tóxica.

¿Cómo el Amor Propio Influye en Nuestras Relaciones?
Si no nos amamos a nosotros mismos, buscamos que alguien más llene ese vacío. Y aquí es donde muchas relaciones pueden volverse problemáticas. Desde la psicología, se habla del “apego ansioso”, un estilo de relación donde la persona siente un temor constante al abandono, lo que la lleva a buscar validación externa de manera obsesiva.
En contraste, cuando una persona tiene una relación sana consigo misma, establece relaciones basadas en la elección y no en la necesidad. Como decía Louise Hay: “Tú has estado criticándote a ti mismo durante años y no ha funcionado. Intenta aprobarte a ti mismo y mira qué sucede”.
San Valentín: Más Allá de lo Romántico
Si bien San Valentín es una fecha para celebrar el amor en pareja, también es un día perfecto para reflexionar sobre el amor propio. En lugar de enfocarnos en si tenemos o no pareja, podemos aprovechar esta fecha para preguntarnos:
- ¿Cómo me estoy tratando a mí mismo?
- ¿Estoy en relaciones que me suman o me restan?
- ¿Me doy el amor y el respeto que espero recibir de los demás?
El amor propio es un compromiso de todos los días. Y aunque muchas veces creemos que la felicidad viene de una relación, lo cierto es que viene de nuestro interior. Como bien dijo Oscar Wilde: “Amarse a uno mismo es el comienzo de un romance de por vida”.

Claves para Fortalecer el Amor Propio
Si sientes que el amor propio es un área en la que necesitas trabajar, aquí te comparto algunas claves:
- Pon límites: No tengas miedo de decir “no” a lo que no te hace bien.
- Rodéate de personas que te sumen: Las relaciones sanas potencian tu bienestar emocional.
- Habla contigo mismo con amor: Cambia el diálogo interno negativo por uno compasivo.
- Haz cosas que te hagan feliz: No esperes a que alguien más te brinde felicidad, constrúyela tú mismo.
- Invierte en tu crecimiento personal: Lee, aprende, busca terapia si lo necesitas. Tu bienestar es la mejor inversión.

Elige Amar Desde la Plenitud
San Valentín puede ser la oportunidad perfecta para iniciar una nueva etapa de amor contigo mismo. No importa si estás en pareja o soltero, lo más importante es desde dónde eliges amar. Porque cuando te amas, te respetas y te valoras, todo a tu alrededor empieza a transformarse.
Y si quieres profundizar más en este viaje de amor propio y sanar tus relaciones, te invito a leer mi libro Amor Detox. En él, comparto herramientas poderosas para construir relaciones sanas, romper con patrones tóxicos y aprender a amarnos de una manera genuina y profunda.
Feliz San Valentín, pero sobre todo, feliz compromiso contigo mismo. ¡Tú eres tu relación más importante!